Lo siento, he tenido que hacer un alto en mi novela para contarles que todas las palabras que cito a continuación y que aparecen en La contradicción, no están en el diccionario de la RAE. Increíble pero verdad. Vale que hay localismos pero la RAE suele recogerlos. Parece que van con retraso. O se ponen las pilas o cuando se decidan a hacerlo caerán en desuso. No quiero llegar a un lenguaje de español neutro. Eso me parece una pérdida de la riqueza de la lengua muy grande y pienso que los localismos enriquecen la lengua. No hablamos como robots sino como personas con sentimientos y con usos cuestionables del lenguaje. Eso también quiero reflejarlo en mi novela. Veamos en la imagen a continuación.
Todavía no tengo claro si usar expresiones argentinas o españolas. Se me mezcla un híbrido que me parece divertido e interesante. No logro quedarme en un punto de purismo geográfico. Mezclo las palabras y las expresiones. No puedo evitarlo ni quiero hacerlo. El tema es si una novela debe soportar estos embates lingüísticos. Supongo que si la trama, como es el caso, transcurre en Argentina y en España, tengo cierta licencia a usar localismos de ambos países.
Deduzco que, en ultima instancia, dependerá de en dónde se edite la novela. Si es en Amazon, dará igual.
En principio, voto por ser lo más espontánea posible. Y me gusta la riqueza del lenguaje. En ese sentido, si el lector tiene que ir al diccionario a buscar una palabra, bienvenido sea. No somos seres inanimados, señores. Me entusiasma lo vil y primitivo que puede ser el lenguaje. Aunque no nos guste refleja también las miserias y las riquezas de la gente. Es como un espejo de nosotros mismos pero a lo bestia y eso mola.
Si me equivoco, que alguien me corrija. Es posible que haya algún error pero hasta donde yo sé no están reconocidas estas palabras de uso cotidiano en Argentina y en otros países de habla hispana (ni siquiera en el Diccionario del habla de los argentinos).
Los dejo. No puedo más de calor. Me mareo. Sudo. Se me pegan los dedos al teclado.
Es un tema muy interesante. Justo subí una entrada a mi blog sobre algo parecido, sobre unos comentarios que leí en amazon donde puntuaba la novela con una estrella porque estaba "hablada en sudamericano". Creo que si está ambientada en Argentina, optaría por lo argento. Yo lo hice con mi primer novela. Ahora, estoy corrigiendo la segunda y la estoy tornando en un neutro porque sucede en el futuro. Me cuesta horrores porque yo pienso en argento. Entonces, la escribí como me salió y ahora la estoy revisando. En neutro no me suena bien, pero bueno, es un tema que está siempre vigente. Saludos. Me quedo por tu blog, muy bueno.
¡Hola! Es difícil encontrar interés en este tema que yo creo que es importante. Es probable que le que te hizo ese comentario tan desagradable no haya leído mucho en su vida. Pienso en Rayuela y otras obras que son bien argentinas y creo que si están bien escritas hay que respetar el léxico. Yo creo que hay que enriquecer el lenguaje y no empobrecerlo. Al final, depende de si tienes editor y de dónde es. En ese caso, hay que respetar lo que diga él porque él venderá tu obra pero si vendes por tu cuenta en Amazon el mercado es global por lo tanto los potenciales lectores están en todo el mundo y creo que hay más campo a usar diversos acentos. Muchas gracias por leer y comentar. Me pasaré por tu blog. ¡Un saludo!