Estos últimos días he estado dedicada a maquetar Los viajes sonámbulos en CreateSpace y me ha dado por pensar en la ingratitud de ser escritor.
He tenido que repasar una y otra vez mi obra y la verdad es que no he encontrado errores ortográficos o gramaticales. El problema es que eso no significan que no existan.
Ya cuando me dedicaba a la edición en el pasado, los días anteriores a la publicación de un libro soñaba con los mismos y tenía pesadillas.
En este oficio uno nunca está tranquilo. Ni siquiera la experiencia te da sabiduría.
Incluso una obra profesional, mirada por 1000 ojos puede contener un error garrafal y mientras más se escribe, más probabilidades de equivocarse (pura estadística).
Es cruel ¿verdad? En este sentido, por más escritor experimentado y profesional que seas un error te puede hacer pasar por un mero aficionado.
Será por eso que suelo ser comprensiva cuando veo erratas y errores en obras que leo. Le pasa a cualquiera y nadie en este sentido puede dormir tranquilo.
¿Quién puede asegurar que en su obra de, digamos, más de 50.000 palabras no hay como mínimo un error?
Y esto no tiene que ver con autores autopublicados o no. Se aplica a todos los campos y lo digo por experiencia profesional.
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Maquetando mi novela |
Otro tema es el estilo. Aquí puede haber más controversia. Una corrección de estilo es más subjetiva y, aunque puede haber, estándares, estos cambian con el tiempo y con la geografía.
Habiendo tantos tipos de español en tantos países y teniendo en cuenta que vender en Amazon significa vender en mercados que hablan un español muy diferente, algunos modismos locales pueden pasar en otros países por errores de estilo. Es interesante este asunto y a los que vivimos en países en donde no hemos crecido, lo vemos a diario.
Estoy leyendo la primera galerada de mi novela. Debo agradecer a Felipe Santa Cruz: me he basado en su tutorial para maquetar en CreateSpace y ha respondido con rapidez mis dudas lo cual agradezco.
Me peleé un buen rato con la maqueta de CreateSpace pero pude seguir adelante. Sin el tutorial de Felipe no hubiese podido sola.
También agradezco los consejos de Benjamín Recacha. Sé que él es más escéptico con respecto a esta plataforma pero a veces queremos pasar por la experiencia de todas formas.
Como ya he dicho, no he encontrado ningún error de momento aunque, ya adelanto que he hecho unos pequeños cambios, más que nada de estilo para que la obra sea más redonda.
La verdad es que es un alivio no encontrarme con nada terrible (me había prometido no leer más mi novela ¡estoy harta de mí misma!), pero como digo, el alivio es momentáneo: siempre puede aparecer aquel monstruo de la errata y la ortografía para atormentarnos.
También aprovecho para decirles a todos los lectores de Los viajes sonámbulos que si ven alguna errata o algo raro, me lo hagan saber sin pudor. Estoy a tiempo de hacer cambios.
Y por eso digo que ser escritor es cruel e ingrato. Por más veces que leas y releas. Que te obsesiones. Que consultes con la RAE. Que te esfuerces por ser profesional. Un tropezón te lleva rápido al campo de los aficionados. Al terreno de los novatos. Y vuelta a empezar. Así este oficio.
Así es esta profesión.
No news good news, dicen.
En este caso. Ni siquiera.
Hola interesante entrada,
es un medio hostil, ingrato y lapidario, pero no olvides que estamos en él porque nos gusta y punta. El resto me chinga tres rábanos.
El libro es mucho más que un mero conjunto de enunciados, personajes, y aunque soy fanática de escribir sin faltas, no creo que sea lo primordial eso sino el mensaje que es capaz de trasmitir nuestro libro. POrque no es un tratado de letras, es una obra de arte y como tal merece ser considerado.
Hay muchos que escriben bien y te duermes.
Hay de todo y lo peor son los escritores criticando a otros escritores.
pero todo esto y más que se vayan todos a chingar, concéntrate en lo que haces, no hay otro camino a seguir, a mí entender!
Gracias Aola por tu comentario y por visitar el blog. Me encanta tu frase "me chinga tres rábanos". Es genial y la adopto.
Tienes razón en todo lo que dices. ¡Es mi mente que se obsesiona sin parar!
Un saludo y gracias otra vez.