Lamento el tiempo que he pasado sin escribir. Al final, uno es mucho más que un escritor y no puede estar todo el día dedicado a venderse en las redes sociales o reflexionando sobre este oficio.
Pero aquí estoy otra vez para recordarles que sigo adelante. Muchas cosas he estado haciendo estos meses. Por un lado, me he dedicado a dar impulso a Los viajes sonámbulos.
El esfuerzo vale la pena pero me ha obligado a dejar de lado, momentáneamente, la escritura de mi segunda novela.
En cualquier caso, a veces me salto el planning establecido y corro desesperada a mi ficción que avanza lentamente. Con tropiezos, erratas y dudas constantes en mi cabeza. Un trabajo temeroso y enérgico a la vez. Lleno de vida y de incertidumbre. Sin un horizonte claro. Como andando a ciegas, palpando apenas el asfalto.
Debo confesar que me gusta la sensación. Me da nervios. La falta de control. El abismo. Adoro no saber.
E imaginar sin parar.
Ya adelanté que transcurrirá entre Madrid, Asturias y Buenos Aires. De momento no adelanto nada más. No me veo capaz.
Aparte de eso, seguiré intentado publicar en papel Los viajes sonámbulos, o a través de alguna editorial o a través de Amazon-CreateSpace.
Esos son mis planes del año en cuanto a mi faceta de escritora de ficción. Y mientras tanto, sigo con Tom Wolfe y su última novela. No tengo claro si me gusta pero de momento no he sido capaz de dejarla lo cual supongo que es una buena señal.
En cuanto a mi experiencia en las redes sociales, debo decir que estoy un poco estancada. No aumenta mi número de seguidores. No sé hasta qué punto eso es importante pero supongo que debo ser capaz de aumentar mi audiencia. Me cuesta pensar en esto como un negocio pero la realidad es que lo es. O lo pretende ser. Como el que vende pan. O fabrica remeras.
Como creo que he comentado en otras entradas, Twitter me parece interesante como medio de información. Como fuente de noticias de primera mano. En eso es insuperable pero me cuesta usarlo como medio de promoción. No logro decir cosas interesantes en tan pocos caracteres y al final pierdo mucho tiempo.
Y ahora los dejo, en este día frío y húmedo. Soleado y con ratos de lluvia que dibujan charcos en las veredas mugrientas de esta ciudad implacable y hermosa.
Dura. Gris. Caótica y ordenada. Tranquila y ruidosa.
Con una amalgama de caras, expresiones y perros con correa.
Holaa, encontré tu blog de casualidad. Muy bueno como escribís, me gustaría leer algo de esa novela tiene un buen titulo por lo menos. Es difícil proliferar en el mundo virtual pero a la larga todo se puede— ¿Que ciudad es esa que describís? Buenos aires? Te invito a pasar por mi blog; https://hijosdeladecadencia.blogspot.com/…Besos.
Hola. Por la foto podés hacerte una idea de la ciudad. No es Buenos Aires pero tampoco importa demasiado.
MI novela está en Amazon.com en versión digital, muy accesible. Espero que te animes a leerla (puedes leer un capitulo de prueba). Pasaré por tu blog y gracias por participar con tu comentario, es la idea. Un saludo.