He estado un poco dispersa estas últimas semanas. Demasiadas cosas al mismo tiempo. Lo principal es que sigo con mi segunda novela. Al principio, siempre cuesta sentarse y dejar que la historia se escurra entre mi mente y mis dedos. Pero es solo un instante. En cuanto pongo algo de voluntad los resultados son inmediatos. No puedo quejarme. En general, termino satisfecha. Pero puede haber días malos. La mayoría, cuando no escribo. Y si sé que no puedo sentarme, por lo menos escribo con la mente. Dicen que hay que llevar una libreta. Es verdad pero yo no lo hago. Hago muy pocas cosas de las que dicen que un escritor debe hacer. Solo me dejo llevar.
Mi novela no tiene título aun y no se lo pondré hasta que no termine. Sigo en una fase muy prematura: quiero que la historia tenga un hilo conductor claro pero me cuesta. No sirvo para eso. Tengo una intuición y me dejo llevar por el mundo que me rodea. El problema es que todo a mi alrededor cambia y entonces cambia mi novela. No puedo abstraerme nunca. Es como vivir en una jalea viscosa, dulce, eterna.
Así que, he decidido, una vez más, dejarme llevar. Ya he dicho que la historia transcurre en Madrid, Asturias y Buenos Aires. Hay un poco de ciencia ficción económica y otro poco de trama de gente joven y no tan joven. Aparecen algunos de los personajes de Los viajes sonámbulos aunque no es estrictamente una segunda parte.
En otro orden de cosas, debo decir que he pasado un periodo de sequía literaria como lectora: no me engancho con nada y me aburre todo. Solo me entretengo leyendo noticias en Internet. Por momentos, solo la lectura ligera de los sucesos cotidianos ocupa mi mente.
A veces me pasa. Por suerte, ayer se acabó. La Tablet me cansa los ojos y necesito del papel. La pantalla está muy bien pero es una fuente inagotable de ansiedad y de cuestiones no resueltas. Siempre hay una ventana emergente por abrir. En el papel ya está todo dirimido, resuelto, finalizado. Para bien o para mal, el papel es el principio y el fin. La pantalla solo es una ventana por donde mirar el horizonte infinito. Y dan ganas de explorarlo todo aunque seamos sabedores de que nunca terminará.
Empecé un libro que promete. Es de la Editorial Funambulista y hablo de El museo del silencio de Yoko Ogawa. Ya escribiré una reseña en Goodreads pero de momento, me encanta la prosa y además engancha. La verdad que iba con prejuicio. Últimamente me pasa que desconfío de las ediciones lindas.
En general, luego me clavo con el contenido. No porque sea malo. Es que me parece que solo se publica un tipo de literatura que no me llega. Un poco experimental. Demasiado ambiciosa en las formas. Qué se yo. Es una tontería pero las ediciones de bolsillo o las clásicas de tapa dura son las que más coinciden con mi gusto literario. Qué estupidez digo. No tiene que haber ninguna relación entre la calidad de la edición y su contenido pero es lo que de verdad me pasa.
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Una edición hermosa. Un tamaño perfecto. Y para rematar, la historia engancha. |
En cuanto al país y a la vida y a la economía, no puedo decir que me mantenga ajena. Creo que nadie puede hacerlo y, de alguna manera, nos influye. Dicen que el cine español va bien. Debo confesar que me da un poco igual. (No tengo nada contra esa industria, ojo. No me linchen)
En fin, dicen también que la economía española se reactiva. No me gusta entrar en plan pesimista o en plan critica poco constructiva pero para los escritores siempre hay crisis. Sea el país que sea. Nadie habla de ellos excepto cuando les va bien. Ojo, no es una queja. Me da igual. No soy nada corporativista pero no estaría mal contar algo de datos.
Hoy consultaba los datos del Gremio de Editores y no hay estadísticas más allá de 2012. Me parece un escándalo. Ya lo he dicho en otras ocasiones pero sin números no se puede trabajar.
He encontrado un artículo de El País en donde se dan algunas cifras supuestamente del Gremio de Editores pero la realidad es que no tenemos datos oficiales desde el 2012.
Y de nuevo tengo que hablar de Amazon. Algo de datos podemos sacar y a lo mejor también algunas conclusiones. Miro los diez libros más vendidos en español. En el primer puesto está Emocionario un libro infantil y la lista la lideran los libros para niños, los de ficción erótica tipo 50 sombras de Grey y los de ciencia ficción juveniles. Sigue la tendencia que veníamos sospechando hace tiempo: el mercado es de los jóvenes y de los niños (¿quién dice que los jóvenes no leen?) es el más rentable.
He encontrado un artículo de El País en donde se dan algunas cifras supuestamente del Gremio de Editores pero la realidad es que no tenemos datos oficiales desde el 2012.
Y de nuevo tengo que hablar de Amazon. Algo de datos podemos sacar y a lo mejor también algunas conclusiones. Miro los diez libros más vendidos en español. En el primer puesto está Emocionario un libro infantil y la lista la lideran los libros para niños, los de ficción erótica tipo 50 sombras de Grey y los de ciencia ficción juveniles. Sigue la tendencia que veníamos sospechando hace tiempo: el mercado es de los jóvenes y de los niños (¿quién dice que los jóvenes no leen?) es el más rentable.
No sabemos si leen o no pero que son un negocio no cabe duda.
Otro punto importante: el precio medio de los libros. Tenemos datos del 2012 del Gremio de Editores que lo sitúan en los 14 euros aproximadamente. Las medias son muy malas y nos dan muy poca información dada la heterogeneidad de los géneros y las calidades (los libros infantiles suelen ser caros y algunos juveniles también). Otro género que también despierta mucho interés, en España por lo menos, es el histórico: Los últimos españoles de Mathausen ocupa el puesto número siete entre los más vendidos en España con un precio de los más altos de la lista: 23,75 euros y más de 600 páginas.
Otro punto importante: el precio medio de los libros. Tenemos datos del 2012 del Gremio de Editores que lo sitúan en los 14 euros aproximadamente. Las medias son muy malas y nos dan muy poca información dada la heterogeneidad de los géneros y las calidades (los libros infantiles suelen ser caros y algunos juveniles también). Otro género que también despierta mucho interés, en España por lo menos, es el histórico: Los últimos españoles de Mathausen ocupa el puesto número siete entre los más vendidos en España con un precio de los más altos de la lista: 23,75 euros y más de 600 páginas.
En fin, no seguiré con los números.
Mi novela no es juvenil aunque sé que algunos jóvenes se enganchan con ella. ¿Eso vale? Estupideces aparte, espero en un par de meses tener un borrador para dar a leer a algún lector beta. Pobrecito. Los primeros borradores tienen mucho peligro.
Mi novela no es juvenil aunque sé que algunos jóvenes se enganchan con ella. ¿Eso vale? Estupideces aparte, espero en un par de meses tener un borrador para dar a leer a algún lector beta. Pobrecito. Los primeros borradores tienen mucho peligro.
Bueno, me retiro a mi novela. Necesito avanzar. Y aprovechar estas últimas semanas de invierno. De soledad y de tranquilidad.
Bueno, ánimo con el libro. A mí también me sucede. A veces consigo leer varios libros seguidos y otras tardo días en coger otro.
Un saludo.
Gracias. Sí, vamos de a poco. No hay apuro. Un saludo y gracias por leer el blog.