En las últimas semanas, he pasado muchos días dedicada al marketing y la promoción, tarea que no me gusta especialmente pero que no tengo más opción que hacer. Cada tanto, dedico varias horas a leer y tratar de aprender técnicas de marketing que ayuden a posicionar la novela.
Sin embargo, siempre me embarga una sensación de impotencia porque siento que estoy perdiendo un tiempo precioso que me gustaría dedicar a la escritura. A menudo, oigo hablar a los expertos en marketing sobre los errores que cometemos los escritores a la hora de promocionar nuestra obra, o lo que debemos hacer para lograr ser un best seller. Siempre que oigo ese tipo de mensaje algo hace ruido en mi interior.
No sé bien qué es porque, en términos generales, soy una persona bastante curiosa y tolerante pero presiento que no hay tiempo mental para llegar a todo. No se confundan. No tengo nada contra los profesionales del marketing. La cuestión está en mí más que en ellos.
Pero percibo a veces (puede que me equivoque, señores) esa sensación de juzgamiento desde fuera. ¿Se juzga igual a los escritores que a los editores que muchas veces cometen los mismos errores que muchos autores? No logro conectar con esto del marketing de forma completa. Cada tanto, me informo, leo y aplico algunas de las útiles herramientas pero, al mismo tiempo, hay algo en mi interior que me dice que no debo convertirme en un escritor al servicio del marketing. A menudo, se pone como ejemplo de éxito a aquellos que venden miles y miles de copias y no a aquellos que hacen un trabajo silencioso y digno escribiendo. Conozco a muchos autores autopublicados que hacen un camino más parecido al corredor de maratones que al ganador de premios que supo posicionar su producto o dedicó muchas horas al marketing. Creo que hay dos mundos y a veces cuando empezás a rascar detrás de los grandes superventas ves a expertos en marketing o a empresas de marketing detrás. No lo juzgo. Yo, señores, no tengo relato. Hago un camino solitario, lento, de aprendizaje. Creo que en eso consiste la escritura. No quiero transformarme en un bicho marketinero. Uso las herramientas que tengo a mi alcance pero, posiblemente no haga todo lo que tenga que hacer. Sigo tranquila con mi consciencia a pesar de los juicios de los gurús y a pesar de mis mismos juicios que muchas veces son implacables. Y no se equivoquen: esta es mi profesión, no un hobby para pasar el tiempo y haré todo lo posible para que se transforme de alguna manera en mi medio de vida. Lo que pasa es que solo tengo mi intuición y no tantas certezas como otros y me da la sensación de que no hay caminos absolutos. No hay formulas mágicas.
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Primeros ejemplares de Los absurdos que van llegando a la Argentina. |
Por favor, no me malinterpreten. Me parece genial la labor que hacen estos profesionales y yo los escucho y aplico lo que puedo pero no quiero que mi carrera gire solo alrededor de ello. En cualquier caso, hay una serie de cosas que quiero hacer y que emprenderé en los próximos meses. Algunas estás relacionadas con el marketing y otras no.
- Pasarme a wordpress con dominio propio. Este es un paso gigante pero quiero darlo ya que necesito repensar mis dos blogs, éste y El blog del canguro filósofo, con la idea quizás de fusionar los dos. Así podría fortalecer la “marca” y llegar con un mensaje más claro. Esto significa pensar en las dos patas de mi proyecto: el de ficción y el de ensayo que quiero explotar más (en cuanto pueda publicaré un artículo sobre revistas que aceptan colaboraciones de ensayo). Yo como escritora necesito navegar por las dos aguas, la del ensayo y la de la ficción. Las dos se retroalimentan y son muy necesarias para mí. Dentro de Ensayo incluyo a la Crónica, un género que me gusta mucho y del que disfruto como lectora y escritora.
- Vincularme a alguna plataforma de autores independientes. Este es otro paso que tengo previsto afrontar en los próximos meses. Yo, por naturaleza, soy solitaria y no me gustan las actividades gregarias o de gremio o sector. En realidad, no me identifico plenamente con ningún grupo y me gusta ir por libre. Sin embargo, entiendo que a veces es importante salir de aislamiento y vincularse a otros profesionales del sector. En este sentido, he pensado en asistir a eventos, ferias, cursos que me sirvan para vincularme a colegas y, al mismo tiempo, nutrir de crónicas al blog. Insisto. Como dice Murakami, no se me dan bien las relaciones sociales pero entiendo que a veces son necesarias y que, incluso, pueden llegar a ser placenteras.
- Seguir moviendo con mis beta readers Historia de una roca, mi tercera novela. Ya está terminada y la tengo ya en manos de terceros. También me gusta que duerma en un cajón una temporada. Es bueno que los manuscritos descansen un poco de las manos del escritor.
- Empezar a trabajar en una nueva antología de cuentos. Este será el trabajo de la segunda mitad del año. De momento, se publicarán al menos dos en revistas literarias. Esperemos que a lo largo del año alguno más vea la luz. Me gusta haber descubierto el relato corto como forma de expresión de lo cotidiano. Es una excelente herramienta de aprendizaje y he encontrado fantásticas revistas que ponen en valor este género (sobre el panorama de revistas literarias en español puedes leer estos dos artículos que escribí recientemente).
- Empezar a documentarme para mi próximo mega proyecto: una novela con tintes históricos y biográficos inspirada en un personaje célebre. Es ficción pero requiere de un trabajo de documentación interesante. A eso dedicaré el verano.
- Seguir con la promoción de Los absurdos. Esta es una labor, como les decía, poco grata. En realidad, creo que lo que no termina de cerrarme en todo esto del marketing es que dependes mucho de terceros y no estoy acostumbrada a que mi trabajo esté en manos de otros. Por ejemplo, nos dicen que las reseñas en Amazon son muy importantes. Y lo sé, como lectora, las leo y me divierten mucho pero no puedes obligar a la gente a que lo haga y en mi caso sé que mucha gente no compra en Amazon pero sí ha leído mi libro. Todos esos comentarios se pierden (Amazon no deja reseñar si no eres cliente). Es decir, que no sé si es una muestra muy representativa pero en fin, puedes pedir a tus allegados que dejen comentarios pero al final, una vez más, siento que poner mi carrera en manos de la buena voluntad de terceros es un error. Yo tengo que seguir mi camino. Es una intuición y sé que los gurús del marketing se agarrarán de los pelos con lo que digo pero ¿hasta qué punto se puede rogar? Estas son las cosas que no termino de entender sobre el tema.
Los dejo en este día primaveral hermoso. Me duele la espalda. Es lo que tiene escribir.
¿Tienes algo que añadir? ¿Alguna experiencia que contar como autor o lector?
¡Te espero en los comentarios!
Es un fantástico artículo que pone de manifiesto como la autenticidad en la escritura resulta siempre conmovedora. Animo en ese camino que has elegido forjando despacio pilares sólidos.
¡¡Muchas gracias!!
Hola. Me siento muy identificada con lo que decís. Lo del marketing tuve un momento que me leía todo y luego encontré que muchos se repiten y que las fórmulas terminan quemándose, como eso de firmar con seudónimo para géneros distintos o sobre formatos que terminan siendo una manera masificada que pierde creatividad. O sobre el que vende bestsellers pero que no escribió sino que compró a dos pesos a escritores freelance. Al final uno termina preguntándose qué está haciendo. Pero lo más importante es preguntarse qué tipo de escritor deseas ser. Si uno que escribe para vender nada más o que escribe como un proceso creativo en sí mismo.
No me gusta hacerme autopublicidad y así estás al horno. Entonces, publico y medio queda ahí. Estoy llevando mis energías a lo que me gusta que es escribir. Ya no quiero perder horas y horas por día en publicitar mis libros ni leer sobre marketing. Ni en salir con una valija con mis libros a venderlos en una plaza. No me gusta hablar de mis libros. Ni bien termino de publicar un libro me digo "ya fue" y paso a otra cosa. De lo contrario, me quita energías creativas.
Cada uno tiene que encontrar su estrategia acorde consigo mismo.
En mi ciudad había comenzado a contactarme con escritores independientes. Era mi idea de formar un grupo de ayuda tipo leernos entre nosotros para revisar los manuscritos, ayudarnos con las portadas y maquetación y para insistir ante la municipalidad o instituciones para lograr apoyos u organizar ferias. Pero a la larga la gente desiste por causas varias.
Algunos me dijeron que era mejor tener una página de autor y vender ahí tus libros, pero no estoy segura. Eso funciona mucho en el mundo inglés, pero no acá, en mi país, nadie paga tips o dona con tarjeta de crédito. Y sobre el marketing, también funciona distinto para EEUU que para Argentina, así que muchos consejos acá no se pueden aplicar porque no es el mercado igual.
Cuántos temas para charlar!
Mucha suerte con tus proyectos.
Hola, Keren. Gracias por tus comentarios. Efectivamente, el marketing es una herramienta de doble filo. No sé cual es el equilibrio. Yo pienso que la página de autor es importante, en eso trabajaré este verano pero tampoco creo que vayas a fracasar si no la tienes. No me gustan los fundamentalismos en ninguna disciplina y creo que hay un componente aleatorio en el desempeño de esta profesión. Yo no desdeño el marketing pero lo mantengo a raya por mi salud mental. Sé que hay grandes profesionales, pero eso son: profesionales del marketing. Yo prefiero ser una profesional de la escritura y centrarme en eso. Espero poder llegar al día en que pueda tercerizar muchas de las cosas que hago. Todo es aprendizaje, de eso se trata también. Un saludo y gracias por leer.
Tu experiencia es ya motivo para un escrito más largo, quizás un ensayo, sobre el proyecto de escritura. Unificar las páginas es interesante porque te hace cocentrar la energía y porque, aunque no te des cuenta, siempre tratar mejor a una de tus páginas que a otras. Con una sola páginas, anulas ese desequilibrio. La metáfora del maratón de largo aliento es la que mejor expresa tu proyecto. Hay que asegurarse agua, alimentación y oxígeno, lo demás lo pone uno desde adentro.
Sí, esa es la idea: unificar las dos páginas. El tema es no perder tracking, historial, todas estas cosas que Google tiene en cuenta y que lleva tiempo construir. Igual, seguiré adelante. ¡Gracias por leer y comentar!