Estos últimos días han pasado varias cosas. He comenzado a maquetar el libro.
No voy a decir lo evidente: es muy pesado estar pendiente de estas cosas. El trabajo es tedioso y provoca dolor de cuello (¿a alguien más le pasa lo mismo?).
Una vez que termine con el interior, tendré que ponerme con la portada. Ingenuamente, creí que me valía la del Kindle pero no… ¿en qué estaría pensando? Es evidente que necesito calcular el lomo y la contracubierta y esto requiere un trabajo especial sobre la cubierta.
En estas circunstancias, si lo quiero hacer bien, dudo que llegue para Navidad. Es una pena: quería aprovechar que en estas fechas algunos todavía siguen haciendo regalos. Por suerte, los españoles festejan Reyes y eso me da unos días de ventaja. Ya veremos.
En cuanto al tema impositivo, ya he llenado el famoso formulario W 8 BEN y lo he mandado. Ahora es mucho más fácil o por lo menos eso me pareció a mí ya que he leído posts de gente que ha tenido que mandar papeles por correo postal, etc. Ahora no. Tienes que responder unas preguntas y automáticamente esas preguntas rellenan el cuestionario. Todo muy mágico. Imagino que nunca lo que parece fácil lo es. Ahora está en manos de Amazon que lo mirará y si falta algún dato, me lo pedirá (¿tendré que hacer lo mismo en CreateSpace?).
De momento, no he solicitado el ITIN aunque sé que es lo recomendable para pagar menos impuestos. De momento, creo que no vale la pena la pérdida de tiempo. Luego, si las ventas despegan siempre estoy a tiempo de hacerlo.
Es curioso, se supone que hay un tratado para evitar la doble imposición entre España y Estados Unidos pero si solo está vigente sometiendo al ciudadano a más trámites, en la práctica es una barrera en el acceso a algo que debería ser un derecho ¿no?
No sé…si se supone que tenemos derecho a algo pero para acceder a ese algo nos ponen trabas, en realidad podemos asumir que hay afán recaudatorio.
Alguien pone las reglas y nadie se queja. Te otorgo tu derecho pero te pongo barreras ¿es esto legal? Bueno, lo dejo así abierto. No quiero insinuar nada. No soy experta en impuestos pero me produce incomodidad cuando nos hablan de que ejerzamos derechos que luego en la práctica llevan tiempo o dinero hacer valer.
Se me ocurren muchos ejemplos, como el derecho a la información que todos los ciudadanos podemos solicitar a la administración pública, o el derecho de un trabajador a que le paguen sus horas extras.
Derechos. Derechos. Qué linda palabra…
En fin, todo esto para decir que al final, nos ahogan con los impuestos. Esperemos que, aunque sea, vayan a parar a los que verdaderamente los necesitan.
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¡Nos ahogan con impuestos! |
Pero bueno, volvamos a la literatura. Al fin y al cabo a eso nos dedicamos algunos y termino contándoles que terminé de leer la biografía de Keynes de Robert Skidelsky, un tomo único de 1300 páginas. Una joya.
El libro es muy recomendable pero cabe aclarar dos cosas: te tienen que gustar las biografías y te tiene que interesar la economía.
Como yo cumplo esas dos condiciones me la he pasado genial. Ya contaré un poco más sobre este economista. La verdad es que da gusto leer sobre estos personajes brillantes y oscuros a la vez. Con mil historias para narrar de diversa índole y como marco las dos guerras mundiales. (¿Serán tan fascinantes las biografías de nuestros ministros de economía?)
Y ahora tengo una especie de vacío que lo lleno a medias con los cuentos de Carver.
Me gustan. Algunos. Otros no tanto. No es Truman Capote pero tiene lo suyo…
Y ahora los dejo, sigo maquetando. Y viendo si por fin puedo ver mi libro en papel.
Un saludo y feliz otoño para todos.
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