Seguimos hablando sobre LIBER y las empresas que venden servicios a los autores. Por un lado, nos meteremos un poco con las empresas de crowdfunding editorial, Amazon y las editoriales de autopublicación. Si te perdiste la primera entrega, leela acá.
Tabla de contenidos
Crowdfunding: interesante propuesta para obras de no ficción
La primera charla que presencié fue la menos grotesca, publicitariamente hablando y, hasta cierto punto, puedo reconocer que aprendí un par de cosas. Habló un tal Roberto Pérez, director de Libros.com, una plataforma de crowdfunding para contarnos su propuesta. Me interesó que nos contara la génesis de su empresa. Al fin y al cabo, es un relato interesante de cómo un grupo de jóvenes deciden dedicarse a publicar libros, o mejor dicho, llevar a cabo proyectos. Personalmente, el tema del crowdfunding le encuentro varios puntos en contra que la presentación del director terminó de confirmar.
No me malinterpreten. No son ellos el problema sino todo lo que le exigen al autor para llevar a cabo el proyecto. “El 90% de los proyectos se rechazan”, comenta el director en un momento de la charla. Este extremo me pareció preocupante, si solo 10 de cada 100 cumple con los requisitos ¿Quién tiene el problema? ¿Habrá un problema de comunicación? En un momento de la charla habla de cuatro ejes que debe tener un proyecto para que sea viable.
· Tema de nicho
· Que sea de actualidad
· Que provoque emociones
· Que genere debate
¡La fórmula de la Coca Cola! Interesante. Cierto. Obvio. Que haya nicho. Y por supuesto, que tengas una comunidad fuerte de lectores. Que te conozcan. Que ya seas famoso. Que haya una misión. Casi requiere que el escritor se convierta en una especie de hombre de negocios. No digo que no sea acertado pero un proyecto que cumpla esas características probablemente ya tenga el terreno ganado para publicar con una editorial convencional.
En un momento, destaca proyectos de corte periodístico (en efecto, hay varios periodistas en el plantel). Tiene sentido. Los periodistas están obligados a pensar en aspectos que un novelista no tiene en cuenta. El punto que sí veo atractivo es que sirva como plataforma para aquellos trabajos de investigación que son demasiados espinosos como para ser publicados por una editorial convencional.
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La charla sobre crowdfunding me pareció la más honesta. |
En definitiva, confirmé algunos prejuicios que tenía sobre el tema. Si no tienes una gran comunidad de lectores y no te mueves como un pez por las redes sociales será difícil que juntes el dinero. Al final, es una manera elegante de pedir plata a los amigos y familiares en un mundo en el que muchos de ellos a lo mejor ni siquiera saben cómo funciona la plataforma. He sido testigo de muchos fracasos de crowdfunding cultural y he oído frases como: “Nene, mejor te doy un sobrecito y te comprás lo que querés.” Es decir, ¿funciona bien en aquellos colectivos no tan familiarizados con estas plataformas de comercio electrónico? ¿Están apuntando a franjas de edad muy concretas? Recuerdo que cuando saqué Los viajes sonámbulos me encontré con muchos potenciales lectores que no sabían comprar en Amazon. Al final, me tuve que poner a evangelizar sobre el tema (algo que a Amazon le ha venido fenomenal) ¿Tendremos que hacer lo mismo con las plataformas de crowdfunding? ¿Es parte de su ecuación de negocio que tenga que yo como autora hacer pedagogía sobre los beneficios de una empresa que no es mía? Es un tema a reflexionar.
En un momento de la charla, el director tiró otra frase a mi juicio polémica, “Esta no es una plataforma para ganar dinero”. ¿Perdón? No quedó claro si se refería a los autores o a su propio negocio. Volveré sobre este tema pero no queda claro si la visión de esta empresa es que los proyectos editoriales son meramente lúdicos. Y esto me hace reflexionar sobre cómo nos ven desde fuera a los autores.
En cuanto a las regalías, se quedan con el 50% de lo que ganan, una vez descontados los gastos de la editorial. El resto es para el autor. Echo un vistazo a la página web. Creo que la charla ha servido para matizar la información que aparece en ella. Veo que es una herramienta interesante para obras de no ficción, no lo veo tan claro para narrativa. Esto deberían decirlo más explícitamente. A lo mejor así, no tendrían un 90% de rechazos.
En cuanto a la distribución en papel, por lo que han dicho, solo se hace en España. No tengo claro qué pasa con los lectores de habla hispana que no viven en España (¿hacen envíos?). Hoy en día, en una sociedad tan globalizada hay que tener una solución para llegar a esa gente. Más que nada para proyectos que involucren varios países de interés.
Hubo turno de preguntas. Y debo decir que fue la mejor parte. Destaco esta charla como la mejor de las tres. El ponente era cercano y dejó que preguntáramos sin apuro. Hizo publicidad, vale, pero fue elegante en todo momento. Aportó información. Y aunque vea luces y sombras al crowdfunding editorial me sumó escucharlo.
Amazon KDP: publicidad abierta y grotesca
Abrió la segunda charla Carlos Lievano, director de KDP en español. Todo comenzó con un Powerpoint sobre las ventajas de KDP. Repitió todo lo que los autores ya sabemos. Se supone que si estamos en LIBER (que no es una feria abierta al público) es porque ya somos autores y ya hemos publicado antes. Entonces ¿por qué todo el speech otra vez?.Puede que tenga una explicación pero es una pena que una empresa como Amazon malgaste ese espacio y ese tiempo en información que puedo leer en su página web.
Esperé el turno de preguntas ansiosa. Mi gozo en un pozo cuando vi que el que ponente apuraba. Dos preguntas nada más. Tenemos que terminar. ¿Perdón? Se explayó veinte largos minutos para contarme cosas que ya sé o que puedo mirar en su página web y ahora no hay preguntas. Señores. Si largás un speech sobre lo maravilloso que es tu empresa y luego no das lugar a muchas preguntas, eso se llama publicidad pura y dura.
Hay que destacar que llevó a dos autores autopublicados. Dos casos de éxito. Nos mostró la zanahoria. Vale. Interesante conocer a otros autores. Me gustó escucharlos. Pero lo mismo: ¡apenas dejó preguntar! Había tanto por saber. Yo aproveché para indagar en la forma de trabajar de uno de los escritores ¿Cómo te arreglas para hacerlo todo? Marketing, escritura, corrección, maquetación, diseño. Al final, la conclusión obvia: hay que tercerizar, es decir, contratar servicios a terceros. Todos los que hemos publicado lo sabemos pero entonces ¿por qué enfatizar que es una plataforma completamente gratuita? Señores, no lo es. Si quieres un producto con un mínimo de calidad tienes que invertir un poco. No se dice claramente. Me disgustó que no se ahondara en detalles de la autoedición. Hubo una persona que preguntó por las reviews, hay problemas para que salgan en todos los mercados en los que Amazon vende tu libro. La respuesta del ponente no fue satisfactoria: algo así como “priorizamos la lengua en la que está escrita la novela”, o sea, mi novela está en español, tengo reseñas en español, acabas de decir que el mercado del español en USA es de más de 50 millones y Amazon no es capaz de incluir las reseñas de mi novela en Amazon.com? No había tiempo para mucho y la cuestión daba para mucho.
Me podrán alegar: podrías haberte acercado a preguntar al stand que tenían montado. O preguntar después de la charla. No es lo mismo señores. Si yo te vendo mi empresa y luego no habilito un turno de preguntas/debate en condiciones y luego te digo: si tienes dudas, luego lo charlamos, me estás haciendo publicidad barata. No es lo mismo exponerte a las preguntas y ver como tu audiencia puede aprender de las preguntas de otros y ver que tu empresa es expuesta a las cuestiones del público que llevarte a un aparte y preguntarte algo que no quedará registrado en ningún lado. Es como decidir que solo vas a exponer a tu empresa para venderla pero cuando empiezan las preguntas, me voy a mi stand. Lo encontré poco honesto. Esperaba más de una empresa de la que soy clienta habitual y de la que disfruto de muchas de sus ventajas.
Luego, regalaban libros de autores autopublicados: un pequeño detalle por tragarse la publicidad. Bien. Lo acepto. Me resultó curioso que cuando me acerqué a por mi ejemplar[1], le pregunté de qué género era y dudó para luego decirme: ficción femenina. ¿Qué es eso? Lo miré un poco rara.
A pesar de lo bizarra de la charla me gustó ir. Desmitificar a las grandes empresas me gusta. Y a las personas que trabajan allí, también.
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Esperaba más de una empresa como Amazon. Supongo que patinar así es un lujo que solo se puede dar alguien que domina el mercado. |
Autopublicación asistida: otro servicio para vender al autor
La última charla estuvo a cargo de Alberto Luis Fernández, editor de ediciones ende, una editorial de autopublicación. Es decir, una editorial que, por una suma de dinero adelantada por el autor, te edita, distribuye y vende tu libro. Una más de las muchas que han ido surgiendo en los últimos años al calor del auge de la autopublicación. En general, la charla fue correcta aunque estaba claro que era publicidad abierta y no me aportó más información que la que ya está en su página web. Hubo cuestiones interesantes que me hubiese encantado saber, como, ¿cuántas empresas de autopublicación hay en España? ¿Cómo ha sido su evolución? ¿Cuál es el perfil de autor que recurre a esos servicios? Hubo turno de preguntas, cortito eso sí. Yo aproveché para preguntar el tema de los royalties y la distribución. Toda la ganancia es para el autor. Se fija el precio consensuado con el editor y el libro se puede encontrar en las librerías bajo encargo previo. Este último extremo lo encontré dudoso. Si el libro no está expuesto (o al menos escondido en una estantería) y lo tengo que encargar, mejor lo compro en Amazon ¿no? O sea, yo como autora veo que la gran ventaja de la librería es que me pueda comprar gente que no me conoce, que no me Googleó y que simplemente está visitando la librería.
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La»autopublicación asistida» , un eslogan poco feliz. |
Después de la charla me abordaron personajes de todo pelaje. Variado e interesante. Autores que te dejaban un folleto con los datos de su libro. Empresas tecnológicas que surgen al calor del movimiento selfpublishing como MyLibreto[2], una plataforma de marketing digital para promocionar tus libros o Alibrate, una nueva comunidad de lectores en habla hispana de reciente creación.
De momento, lo dejamos acá. En la próxima entrega dedicada a Liber te cuento mis conclusiones y reflexionamos sobre el oficio del escritor y sobre cómo nos ven desde fuera. No te la pierdas.
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[1] El coleccionista de flechas de Cristian Perfumo, finalista del premio Amazon.
[2] He intentado abrir una cuenta. Una más de las miles que tengo pero el hecho de que no pueda loguearme con Facebook lo veo como un atraso. No puedo darme el lujo de crear más cuentas y contraseñas para un servicio que no sé si voy a usar.
Para leer más
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