Seguimos destripando LIBER y sacamos algunas conclusiones interesantes sobre este sacrificado oficio. Por ejemplo, que no interesa lo que escribes sino lo que puedan venderte. Y entonces, es cuando los escritores se transforman en clientes. ¡Disfruten!
Si te perdiste la primera entrega puedes leerla acá y si no leíste la segunda ya está disponible acá.
Liber, una feria para buscar clientes entre los escritores
Después de haber echado un vistazo al asunto tengo sentimientos encontrados. La lista de empresas de la Zona de autor solo apunta a vender servicios, no a contratarlos. Repito. No lo juzgo. Pero la sensación que tiene un escritor cuando va a este tipo de ferias es que no se va encontrar con oportunidades sino con la convicción de que solo quieren sacarle los pocos cuartos que tiene. ¿No se dan cuenta de que el autor es el eslabón más débil y precario de la cadena? No es una queja todo esto, quiero dejarlo en claro, pero mi deber es ponerle nombre a las cosas. Definirlas. Y no apelar a eslóganes que no reflejan la realidad.
Escribir es un trabajo
Lo que me queda claro de lo que he visto (que es poco y subjetivo) es que el oficio del autor se sigue viendo no como un trabajo sino como una oportunidad para ganar un potencial cliente. No somos oferentes de un producto sino demandantes de servicios. Así nos ven desde fuera.
Señores, los escritores somos trabajadores como el CEO de la empresa de marketing cultural, como el editor, como el captador de fondos de crowdfunding, ¿por qué en las charlas no había por ejemplo empresas creativas que trabajen con escritores, organizaciones dispuestas a ver qué puede ofrecer el escritor? Y la razón es obvia: no hay interés. Y no lo critico. Lo constato. Lo analizo y lo digo. Sin dramatismos. Con honestidad.
Es decir, la lógica es inversa: en vez de ser el escritor el que debe vender su trabajo a un tercero, son las empresas las que abordan a los escritores para transformarlo en un cliente. (¿En eso consisten las ferias?)
Señores, escribir es mi trabajo. No es mi hobby de fin de semana. No necesito que me vendas repuestos para mi próxima carrera de karting. Necesitamos generar oportunidades de trabajo como en cualquier otro rubro.
Puede que los antipáticos me repliquen: “es que lo que escribís no interesa, no vende, no cuela, no me gusta, no me importa.” O puede que digan: “Incluso aunque vendieras no podrías vivir de ello”
¿Y a ti qué te importa cómo es mi ecuación de negocio? Cada escritor tendrá la suya, o mejor dicho: cada cuentapropista tendrá la suya. Hay quien podría generar otras oportunidades de negocio a partir de sus libros. Hay quien los utiliza para dar clases. Hay quien los vende como complemento de otro producto. Escribir es una pata más en el eslabón económico. Y en el peor de los casos es tan improductivo y antiecológico (si publicas en papel) como tener hijos, viajar en avión o fundar una empresa como Amazon (Bezos estuvo diez años sin ganar dinero hasta que la cosa empezó a arrancar).
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El foro del Autor no pegaba en esa Feria que está pensada por editores para editores. Tenía pinta de pegamento de última hora. Creo que se puede mejorar. |
Y puede que esos antipáticos estén en lo cierto pero eso no significa que esté dispuesta a pagar por trabajar. No lo hacen los editores, no lo hacen los economistas, no lo hacen los communities managers de las empresas tecnológicas, no lo hace la asistenta que viene a mi casa a limpiar ni la maestra de mi hijo ¿por qué debo hacerlo yo? Que alguien me lo explique.
¿Cómo remuneramos al editor y al escritor?
En el fondo, este es un debate económico sobre la especialización del trabajo y sobre cómo remuneramos a los trabajadores. Yo le quito el glamour del escritor. No lo tiene. De verdad.
Y esta visita a LIBER, me ha hecho reflexionar mucho sobre cómo nos ven a los escritores la fauna (dicho con cariño) que rodea al escritor. Hay un dejo de paternalismo alarmante. Haciendo expliquetas que bien puedo leer en Internet, subestimando al autor, creyendo que es un ser manipulable al que puedo vender las maravillas de mi empresa. ¿Eso es todo lo que puede ofrecer una feria como LIBER (u otras similares, no hay nada personal) a los autores autopublicados? En el fondo, da igual lo que estas ferias ofrezcan. En realidad, para mí, han sido una excusa perfecta para reflexionar sobre ciertos temas que encuentro muy interesantes.
Puede que, en el fondo, los escritores seamos menos importantes de lo que nos quieren hacer creer.
Después de estas diatribas, vuelvo a mi guarida. Necesito volver a escribir.
Disfruten del otoño. Pásenlo bien. Espero, querido lector, que estas entregas te hayan iluminado sobre lo que podemos esperar de este tipo de ferias. Estoy segura de que no son todas iguales.
¿Tienes una experiencia similar? ¿Quieres contarnos tu caso? ¡Te espero en los comentarios!
DISCLAIMER
No es mi propósito atacar el trabajo de nadie. Solo muestro mi disconformidad y critica a lo que considero conveniente. Las opiniones vertidas no son hacia ninguna organización en concreto ni espero gratitud por parte de ellas. Cada una tiene sus propios intereses pero es mi deber informar a mis lectores de lo que considero de interés para un escritor. Por otra parte, yo otorgo gran validez a las críticas-reviews a mi trabajo. Es parte del trabajo de un escritor y las necesitamos para mejorar y seguir trabajando. De igual manera, supongo y espero que las empresas encuentren valioso este detallado feedback. Deseo ansiosamente estar equivocada en muchas cosas de las que expongo por eso espero comentarios y correcciones pertinentes si fuera necesario.
Un lluijo el comentario. Es lo que uno querría escuchar de una experiencia a la que pudo llegar. Duro, pero hay que desnudar a los tramposos que especulan con el nacisomo, o el costado narcista, que tiene todo productor de bienes simbólicos.
Esa es la idea. Informar a los lectores con el mayor detalle posible. ¡Un saludo!
Solo, muchas gracias.
De nada, un saludo.