Abrimos el año con un pequeño librito antiguo y bonito que les quiero recomendar. Lo leí hace unos meses y habla de algunos asuntos de los que hemos ido hablando hace algunos meses: la medicina, el feminismo y… las brujas. ¿Qué tienen que ver ellas en todo esto? Seguí leyendo y te lo cuento.
Las brujas son las primeras cuidadoras
“Pareces una bruja”, le dijo un profesor a Ame Soler, ilustradora y autora de Somos las nietas de las brujas que no pudisteis quemar (Ediciones B, 2019) en la que narra su experiencia con el machismo a través de sus ilustraciones que están siendo utilizadas en numerosas pancartas feministas.
El asunto de las brujas siempre fue atractivo. Tienen algo que genera morbo, interés, adrenalina. La indumentaria, la estética, Halloween. Parece que el capitalismo ha sabido apropiarse muy bien de un hecho histórico que en realidad ha sido muy poco glamoroso.
Por eso, hoy quiero invitar al lector a hacer un viaje en el tiempo. En el que no hay chicas cool de clase media que se ponen una camiseta con eslóganes contra el patriarcado mientras la canguro les cuida al niño.
Buscamos otra cosa.
Un feminismo que incomode. Que sea feo. Que no caiga bajo para llegar a las masas. Que genere ruidos disonantes.
Y para ello, nadie mejor que una veterana en el asunto como Barbara Ehrenreich y su obra Witches, Midwives & Nurses. A history of women healers[1] escrita junto a Deirdre English[2] para plasmar en pocas páginas un intento por alejarse de un feminismo que a veces no duda en retozar en la cama con algunos soldados del sistema al que quiere combatir. Nada mejor que escucharla a ella cuando queramos saber sobre feminismo y medicina.
El año pasado salía publicado el libro Causas naturales. Cómo nos matamos por vivir más[3] (Turner Noema, 2018) y constituía un colofón a un tema que Barbara Ehrenreich viene tratando hace años: el sistema de salud estadounidense y sus abusos sobre los pacientes, en especial, sobre las mujeres. Aunque el asunto está enfocado a la realidad de ese país, muchas lecciones podemos extraer en Iberoamérica.
¿Ha estado el sistema de salud conspirando contra las mujeres?
¿Pero de dónde viene ese interés por parte de la autora en el sistema de salud?
Los orígenes de un libro que ya es un clásico
Todo comenzó con un panfleto que fue publicado por primera vez en 1973 por The feminist Press con el objetivo de llegar a miles de mujeres trabajadoras que sentían que no se estaban respetando sus derechos en el ámbito de la salud. Mucho antes de que el feminismo se pusiera de moda y de que se hablara de asuntos como la violencia obstétrica, Barbara Ehrenreich empezó a escribir y a trabajar en este campo en el que toma una postura crítica hacia ciertas corrientes feministas liberales que NO cuestionan el sistema económico.
El libro será una excelente antesala para su siguiente obra: Por tu propio bien. 150 años de consejos expertos a mujeres (editado en español por Capitan Swing Libros en 2010, es decir varias décadas después que su versión anglosajona) que ahonda en la idea de que los expertos han tenido como objetivo limitar la libertad de las mujeres a decidir en muchos campos y con especial énfasis en el ámbito de la medicina.
¿Pero por qué nos interesa esta obra primigenia?
Porque explica algunos asuntos que atañen a las mujeres y sus derechos apelando a la historia.
Las brujas y la historia de la medicina: un origen común
En la primera parte profundiza en la historia de la caza de brujas en Europa[4]. El disparador es una pregunta: ¿cómo perdimos las mujeres nuestra posición de liderazgo en el campo de la sanación? Y la respuesta es clara: asociando a las brujas con el papel de cuidadoras y sanadoras. Para ello, se remonta a la historia de la medicina de comienzos del siglo VI en un contexto en donde no existía una profesión propiamente dicha. Pero… ¿Quiénes cuidaban a los enfermos?
Eran ellas.
Y es por eso que la caza de brujas se inscribe dentro de un plan mayor de desterrar a las mujeres del rol de sanadoras. La caza de brujas fue, de acuerdo a las autoras, el paso previo a la implantación de la profesión médica como disciplina independiente en la que solo los hombres podían ejercerla.
Aquí, distinguimos dos etapas. Una primera en donde no existía una profesión médica propiamente dicha. La misma era un conjunto de prejuicios mal encarados en los que se administraban remedios no muy científicos como sangrías o sanguijuelas. En este contexto, a las brujas se las acusa de demasiado empiristas. Y la religión iba a combatir cualquier esfuerzo que fuera en contra de la fe. Las brujas a las que acusaban de ejercer ilegalmente el arte de la sanación, hacían ensayo y error y tenían un amplio dominio de remedios y hierbas. Esto escandalizaba a una Iglesia que sentía que perdía poder.
La segunda parte del libro, hace referencia al origen de la profesión médica en Estados Unidos. En él, se plasma cómo las mujeres quedaron excluidas del estudio de la medicina y cómo este hecho provocó que grandes segmentos de la población que antes podían contar con el apoyo de una mujer, lo perdieran al no poder acceder a un médico legal. Y así se va excluyendo a la mujer de todos los ámbitos de la salud. El último frente fue el del parto. Se desplazó a las comadronas a las que se las consideraba iletradas.
LA SEMANA QUE VIENE CONTINUAMOS CON LA SEGUNDA PARTE. NO TE LA PIERDAS.
[1] En este artículo nos basamos en la versión inglesa de este libro que es la más actualizada. Se cita más adelante.
[2] En español circulan varias ediciones. La más reciente es Brujas, parteras y enfermeras. Una historia de las sanadoras de Ediciones Inestables.
[3] He reseñado esta obra en El blog del canguro filósofo.
[4] La caza de brujas en Europa duró entre el siglo XV y el siglo XVII, concentrándose en las zonas germánicas del antiguo Sacro Imperio Romano Germánico. Los historiadores no se ponen de acuerdo en las cifras de juzgados y ejecutados pero se estima que fueron más de 100.000. Para más información, recomiendo leer el excelente libro de Brian P. Levack La caza de brujas en Europa (Editorial Alianza).
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Crédito de la foto: Joy Marino
Qué rarezas encontrás… Eso es prnsamiento crítico…
Menos raro de lo que crees.