Seguimos hablando de los temas que nos interesan. Y esta vez más que nunca las brujas, la medicina y el feminismo siguen siendo tema de conversación en este blog. Si te perdiste la primera parte, puedes leerla acá.
Tabla de contenidos
La enfermería y la mujer que cuida
Hubo solo un territorio que se fomentó entre las mujeres por parte de la clase dominante: el de las enfermeras. Ese rol requería austeridad, sumisión y, sobre todo, elegancia. Porque el atuendo de las enfermeras siempre era impecable, femenino y, para algunos, terriblemente sexy. No podemos olvidarnos de la entrañable película Meet the Fockers protagonizada por Robert de Niro y con Ben Stiller en el papel de un enfermero que recibe todo tipo de perrerías por parte de su suegro. No entra en la mente de nadie que un hombre se dedique a eso. Apenas se ven maestros de escuela. Y aunque esto esté cambiando sigue habiendo algo que aleja a los hombres de los trabajos peor pagados que, casualmente, son los de cuidados.
Pasan los años y creo que este libro no envejece. Es verdad, hemos avanzado pero sigo pensando que las que más han avanzado han sido las mujeres blancas de clase media de algunos países. Seguimos siendo una minoría. Y al final, me toca pensar que el dinero tiene mucho que ver en esta ecuación. Aun así, algunas cosas quedan claras después de haber leído este libro y, por supuesto, después de haber vivido y escuchado historias. Veamos.
Brujas, medicina y feminismo: sigue habiendo una estrecha relación
- El sexismo en el sistema de salud no es producto del azar. Un ejemplo es la violencia en el ámbito del embarazo y parto en muchas instituciones públicas y privadas. La extensa bibliografía al respecto da cuenta de un fenómeno que trasciende fronteras. Incluso ya empieza a haber abogados y plataformas especializadas en violencia obstétrica[1] que no dudan en calificarla como una forma de violencia de género.
- El enemigo está en todo un sistema socioeconómico que permite y alienta que el hombre siga ocupando muchos más cargos de responsabilidad que las mujeres. Actualmente, en muchos hospitales ya son mayoría las doctoras pero cabe preguntarse cuántas de ellas ocupan cargos importantes[2].
- El oficio de la enfermería extiende la opresión de la mujer que ya existía en la casa. Esto se refleja en las cifras de mujeres colegiadas como enfermeras. Por poner un ejemplo, en 2017 más del 80% de las enfermeras colegiadas de España eran mujeres.
Hay una mirada interesante en Barbara Ehrenreich que atraviesa todas sus obras. Y es la crítica a una forma de feminismo que es usada desde el capitalismo para cambiar asuntos cosméticos. En su excelente artículo ¿Puede sobrevivir el feminismo a la polarización de clases? ella plantea que a quien más ha beneficiado el movimiento feminista, ha sido a la clase media. Mientras que las clases menos pudientes siguen teniendo menos libertad para reclamar por sus derechos.
El feminismo debiera cuestionar ese “detrás de escena” de cuidados y trabajo no pago que es imprescindible para que el sistema funcione.
Por eso, este libro es interesante casi como pieza histórica de un movimiento feminista que tiene en el campo de la salud mucho que decir. Las autoras nos invitan a sumergirnos en el fango de la lucha por los derechos de las mujeres de forma inteligente, aguda y sin flirteos con un sistema que, en cuanto nos despistamos, nos acicala, nos arrulla y nos envuelve en sus tentadores y acogedores tentáculos.
Esta obra es un comienzo.
Para leer más
- ¡Salven a las mujeres!
- Economía feminista: una mirada literaria
- Mud Murch: las mujeres que caminaban en el barro
- Una historia de brujas, medicina y feminismo (2)
- Una historia de brujas, medicina y feminismo
Crédito de la foto: Joy Marino
[1] Como ejemplo, en España, la plataforma El parto es nuestro es una de las que más activas en este asunto. En Argentina, ya existe una Ley 25.929 de parto humanizado que contempla una serie de derechos para las mujeres que van a dar a luz.
[2] En el año 2017 había en España más médicos mujeres que hombres 127.979 frente a 125.817 según los datos del INE de la última Encuesta sobre los profesionales sanitarios colegiados. Sin embargo, son pocas las que ocupan cargos directivos (solo el 9,6% de los colegios provinciales fueron presididos por mujeres en 2016).
Deja una respuesta